HECHO 3| Aumenta la discapacidad y la necesidad de cuidados

A| La diabetes es la principal causa de discapacidad en personas de 70 años o más.

Además de representar una importante carga de mortalidad prematura, la diabetes es responsable de 10% de los años de vida perdidos por discapacidad (AVD) para los hombres y las mujeres con 70 años o más de edad.24 No obstante, a la discapacidad también contribuyen significativamente una serie de trastornos (como afecciones osteomusculares, deterioro sensorial auditivo o visual, enfermedad de Alzheimer, entre otros) que implican pérdidas de años de vida saludable. Entre 1990 y 2010, todas las causas de años vividos con disca-pacidad (AVD) han incrementado sustancialmente –con excepción de la anodoncia en mujeres–, especialmente por enfermedad renal crónica en hombres (233%) y por diabetes mellitus en mujeres (139%).

B| Una de cada cuatro personas mayores tiene limitaciones funcionales

La discapacidad es más frecuente entre las personas mayores que en el resto de la población. No obstante, más de 70% de las personas mayores son funcionales e independientes, lo que les permite llevar a cabo las actividades de la vida diaria con plena
autonomía. A diferencia de lo que ocurre en los demás grupos etarios, en la población de 60 años o más de edad son las mujeres quienes muestran la prevalencia más elevada de discapacidad,25 lo cual se debe a una mayor sobrevivencia y a que llegan a esta etapa de la vida en condiciones de salud más precarias que los varones.

C| Las personas mayores con menor escolaridad tienen mayores limitaciones funcionales.

Alrededor de 27% de las personas adultas mayores tienen alguna dificultad para realizar actividades de autocuidado (como caminar, vestirse, bañarse o levantarse de la cama). Las principales limitaciones son articulares (22%), cognitivas (18%) y visuales (16%). Asimismo, las personas sin escolaridad o escolaridad baja tienen más restricciones para llevar a cabo estas funciones actividades básicas e instrumentales de la vida diaria se incrementan conforme aumenta la edad. A mayor edad, se presenta una mayor prevalencia y severidad de las dificultades para realizar las actividades básicas (ABVD) e instrumentales de la vida diaria (AIVD). En el país, 26.9% y 24.6% de las personas mayores reporta tener alguna dificultad para ejercer las ABVD y las AIVD, respectivamente. Las principales dificultades para las ABVD son las relacionadas con la movilidad (caminar, 18.4%; acostarse o levantarse de la cama, 15.3%); entre las AIVD son la compra (17.1%) y la preparación de alimentos (10.6%). Las personas de 80 años y más (47.5% en ABVD y 49.1% en AIVD) y las mujeres (29.6% en ABVD y 28.4% en AIVD) son quienes más limitaciones tienen en ambas actividades.

E| Tres de cada cuatro personas mayores con discapacidad enfrentan barreras ambientales para desempeñar sus actividades cotidianas.

La mayoría de las personas mayores que presentan algún tipo de limitación física o mental enfrentan barreras físicas o ambientales que les impiden realizar sus actividades cotidianas, como trabajar, ir al médico o desarrollar tareas lúdicas. Aquellas personas que perciben mayores problemas son hombres, habitantes de zonas rurales, con nueve años o menos de escolaridad, con discapacidad motriz y con discapacidad severa o extrema.

F| Una de cada cuatro personas mayores necesita algún apoyo o cuidados dentro del hogar.

La necesidad de cuidados dentro del hogar es mayor para las mujeres respecto de los hombres y aumenta con la edad. En 2009, 27.8% de las mujeres y 22.5% de los hombres requirieron de algún apoyo por parte de un miembro del hogar. Mientras que una de cada cinco de las personas mayores necesitan esta ayuda en el grupo de 60 a 69 años, al menos una de cada tres la necesitan a los 80 años.

G| El trabajo no remunerado en salud representó 19.3% de la Cuenta Nacional de Salud en 2014.

El trabajo no remunerado en salud (TNRS) representa los cuidados que los mexicanos prodigan a sus familiares enfermos y dependientes en el domicilio. El valor monetario del TNRS ascendió a 19.3% del PIB de salud nacional en 2014. La dimensión del TNRS se puede apreciar también cuando se compara con los servicios formales por nivel de atención. Para el año 2014, los servicios hospitalarios y en el primer nivel de atención a través de atención ambulatoria representan 22.2% y 17.5% del total del PIB, respectivamente, siendo mayor el valor del TNRS. Una proporción significativa del TNRS corresponde a las personas mayores.

 

H| 80% del tiempo dedicado al cuidado de las personas mayores dependientes recae sobre las mujeres.

Del total de horas que se dedican al cuidado de personas mayores, 80% proviene de las mujeres. Las actividades que más demandan atención son: estar pendiente de la otra persona (31 horas/semana) y dar alguna forma de terapia (22 horas/semana). El número de horas dedicadas al cuidado de personas mayores es notoriamente superior entre el grupo femenino en comparación con el masculino, excepto en el hecho de llevar o acompañar a las personas al médico . De las 12 814 897 personas que necesitan apoyo (por enfermedad aguda, por padecer alguna enfermedad crónica o por alguna limitación física o mental), 26% tienen más de 60 años de edad. Por otro lado, 57 990 463 reportan dedicar tiempo al cuidado de otros integrantes del hogar, de los cuales 52% son mujeres. El cuidado de personas mayores se da en 80% de los casos por miembros cercanos de la familia (esposa o esposo, hijos e hijas), 6% no recibe cuidados de nadie cuando se enferma, y apenas 11% recibe ayuda de otras personas, sean o no sus familiares.

I| Un tercio de la población opina que la atención de las personas mayores debe estar a cargo de la familia, mientras que otro tanto considera que es responsabilidad del Estado.

Las dos principales fuentes de cuidados en la vejez son la familia y el Estado. En México, se observa una tendencia en la percepción de la población a considerar que el cuidado de las personas mayores es una responsabilidad familiar. Al igual que en otros países, más de un tercio de la población señala que dicha atención debe estar a cargo de la familia y 32% considera que el Estado debe ser el principal garante del cuidado de las personas mayores que lo requieran. Es muy destacable que apenas 11% piensa que la responsabilidad debe
recaer en las propias personas mayores, en contraste con las actitudes observadas en países como Corea del Sur, Estados Unidos y Alemania, donde se da mayor valor a la
responsabilidad individual.

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